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Dinero en un bolsillo, teléfono en el otro para llamar a la policía en caso de que alguna de esas tipas fuese en realidad algún hombre operado y mal disfrazado, y una caja completa de condones sin utilizar, y probablemente comprados hacia varios años e incluso secos, eran el kit entero de herramientas que tenías para esta noche loca dónde nada valía, salvó no embarazar a alguna prostituta, contraer herpes o gonorrea, o follarse a algún tipo, eso sería muy gay, y los únicos que eran maricas, eran los nerdos que de seguro en plena oscuridad terminarían haciendo un tren sin darse cuenta.
Con la foto de la conserje en el teléfono, una paja rápida de no más de 5 o 10 minutos, fue suficiente para dejar vacío el tanque, y poder aguantar más con cualquiera de aquellas putas en el parque; siendo que hoy era viernes, de seguro había promoción de 2x1, según lo que, hacia tiempo atrás, el profesor de literatura había contado mientras estaba viajando gracias a un buen porrazo que se había metido minutos antes... Un hombre gordo y barbon, pero bien bonachón, todo un caballeron, e inclusive, bastante amigon, ya que le prestaba dinero a los chads en caso de tener que contratar un motel para follar con las estudiantes (Pic spoiler). Suerte que ninguno de tus padres estaban, si no, al verte así a estás horas, hasta pensarían que vas a traer a alguna buena muchacha a casa, o que de seguro vas a dar un paseo autoreflexivo a esas horas de la noche... Tu madre se preocuparía de primeras, pero después, no le daría mucha atención, y tu padre, te contaría acerca de, como a tu edad, ibas a esas horas a una discoteca a impresionar mujeres bailando "La Macarena", que, en sus palabras, era algo que hacía mojar vaginas en su entonces... Claro estaba que omitia las partes dónde terminaba borracho de más, y se metía en peleas de bar por agarrarle el culo a alguna gorda, o a la mujer de algún borracho, pero esos eran detalles pequeños...
Ellos no estaban, y eso era lo que importaba, por primera vez, el trabajo y la falta de cariño paternal a aquellas horas, sería bastante gratificante para hacer lo que te viniera en gana.
Ya bien vestido, te ibas hacia el parque que habías acordado con los nerdos, con suerte no tendrías que gastar ni una miserable moneda, ya que terminarían pagando todo en agradecimiento por hacer que una mujer les guiñase el ojo, o les diera la bienvenida a cualquier lado... El bañarse y salir de casa, eran poderes impresionantes para cualquier pobre Otaku. De camino al parque, aquel desgraciado vago hediondo a mierda seguía ahí, y tenía un perro viejo mordiendole como si nada, al punto en que llegaba a arrancarle un pedazo de carne, sin que dijera o hiciera algo... De seguro estaba muerto... Pero, eso ya era problema de la ciudad, no tuyo, y pobre de aquel pulgoso que se estaba comiendo a ese cadáver, de seguro sus tripas van a quemar dentro de un rato.
El camino hacia el parque estuvo bastante solo, no había ni un alma por la calle, a duras penas las motos de los Brayan a 150 KM/H mientras hacían de caballito, al igual que los autos con bocinas más grandes que el propio maletero, despertando a cualquier desgraciado que tratase de dormir en ese momento, al ritmo de changas, narcocorridos, música villera, e incluso reggaeton de hace casi 20 años atrás. La policía brillaba por su ausencia... Pero no los negocios de los chinos, puesto que los hijos de puta estaban 24/7 abiertos, y con casi 2 negocios en casa esquina, mismas esquinas dónde curiosamente no había ninguna clase de perro callejero, y seguramente tampoco ratas... Pero si solían haber bastantes palomas, 3 calles más abajo, habían perros, pero no había ni una sola paloma, probablemente por el restaurante del Peruano Atahualpa.
A la llegada al parque, todo estaba solo y relativamente oscuro, tan solo siendo iluminado gracias a las farolas que allí se encontraban aún sin que algún Jorge las hubiese destrozado, o hubiesen robado los focos para seguramente usarlos como pipa. Aún con todo aquello, había uno que otro degenerado escondido entre la sombra cogiendo, aprovechando la oscuridad y sábanas de picnic para coger al aire libre sin que ningún chismoso pudiera ver... Siempre y cuando no tuviese linterna alguna...
Todo estaba solo, tranquilo, únicamente molestando alguno que otro gemido de alguna mujer a la que le estuviesen dando como cajón que no cierra y-
...Oh... Ahí venían, los 4 juntos, como recién salidos de la escuela, entrando por primera vez a la universidad, todos con sus teléfonos iluminandose los rostros, un blanco más que perfecto para cualquier Brayan con ganas de joder, asustar, y sacar una risa y dinero facil a costa de algunos retrasados. Uno de ellos te veía, e indicaba al resto del grupo de tu presencia: El gordo vestía con traje negro y una fedora, el flaco de lentes; tenía ropa relativamente elegante de vestir si venías de elfolandia; el que tenía cara de imbécil pajero y simp venía también trajeado, y le quedaba el saco algo grande; mientras que el de lentes gritón, vestía como todo un caballero supremo de libro barato que vendía el marihuano de la esquina para costear su mierda.
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